lunes, 12 de mayo de 2008

"Todas las bananeras de Urabá le pagaron a las AUC', asegura Salvatore Mancuso a CBS

El Tiempo, de Bogotá

Aparte de Chiquita Brands, también habrían pagado Del Monte y Dole, dos de las empresas más reconocidas en el campo de los alimentos, aseguró en el programa 60 minutos de esa cadena.

Agregó que las empresas fruteras que operaban en esa región de la Costa Caribe, incluidas las multinacionales estadounidenses, tenían que entregar un porcentaje de sus exportaciones a la organización creada por los hermanos Fidel y Carlos Castaño.

"Nos parecíamos a un Estado. Los proveíamos de protección, lo que les permitió seguir haciendo inversiones y obtener beneficios financieros", dijo Mancuso a los periodistas.

De acuerdo con su testimonio, no hubo necesidad de ejercer presiones, chantajes o amenazas a las empresas bananeras para que desembolsaran esos porcentajes. "La verdad es que nunca pensamos qué pasaría si no nos pagaban, porque ellos (los representantes de las empresas) lo hicieron con agrado", aseveró Mancuso.

Al preguntarle los reporteros de la CBS si los empresarios tenían la opción de no pagar, Mancuso respondió que sí. "Ellos podían ir a la Policía o al Ejército para buscar protección frente a la amenaza de los guerrilleros, pero las Fuerzas Militares en aquel tiempo eran apenas capaces de protegerse a sí mismas", contestó.

Habló también presidente de Chiquita

La entrevista a Mancuso fue incluida en el documental El precio de los bananos, en el que también habla el presidente de Chiquita Brands, Fernando Aguirre, quien justificó el pago a las autodefensas por la capacidad de intimidación de estas.

Aguirre sostuvo que la empresa fue forzada a pagar 'vacuna' a los guerrilleros cuando estos controlaron el territorio a finales de los años 80. Y a principios de los 90, cuando los paramilitares tomaron el control, exigieron lo mismo.

"Para Chiquita solo había dos opciones -dijo Aguirre al equipo periodístico de la cadena estadounidense-: pagar la protección a los paramilitares de las AUC o correr el riesgo de ver a sus empleados muertos o secuestrados".