Doctor
LUIS CARLOS RESTREPO
Alto Comisionado de
Paz
De nuestra mayor
consideración:
Ante los graves
sucesos que recoge en estos días la prensa nacional e internacional, y que son
muy dicientes acerca del infamante contubernio que existe entre las guerrillas
de las FARC y sectores de la Guardia Nacional y de la Fuerza Aérea venezolanas,
las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) nos vemos en la obligación de poner
en su conocimiento e informar a la opinión pública nacional e internacional y,
en modo particular, al hermano pueblo de Venezuela, que:
1)
Los hechos de guerra producidos en las últimas semanas en la zona del Catatumbo
colombiano, y también venezolano, son el triste corolario de la política de
oídos sordos que mantiene el Gobierno del coronel Chávez ante los reiterados
llamados a investigar y poner fin a la presencia de la narcoguerrilla
colombiana en territorio venezolano.
2)
El territorio colombiano ha sido atacado a finales del mes de marzo y
principios de abril por la acción combinada de las FARC y sectores de las
Fuerzas Armadas y la Aviación venezolana en zona de responsabilidad del Teatro
de Operaciones 2 en la región del Catatumbo. Los hechos tuvieron lugar al pasar
las FARC la frontera hacia Colombia, desde sus campamentos en territorio
venezolano, en búsqueda de contrarrestar la acción militar del Bloque Norte de
las AUC que les ha ocasionado serios reveses en el Norte de Santander. Ante
esta situación las FARC han incrementado su presencia en Venezuela bajo la
cómplice protección de sectores de las Fuerzas Armadas Venezolanas,
especialmente de la Guardia Nacional Venezolana.
3)
Las FARC contaron para su reciente ataque desde Venezuela con el apoyo logístico
de la Guardia Nacional venezolana que, para tal efecto, dispuso los medios
terrestres y aéreos correspondientes para que más de 600 guerrilleros
colombianos fueran trasladados desde la zona fronteriza con Arauca hasta el
Catatumbo –todo el trayecto por carreteras y espacio aéreo venezolanos.
4)
No se trató de las primeras operaciones conjuntas entre la Fuerza Pública
venezolana y las guerrillas colombianas, pero sí ha sido ésta del Catatumbo, la
primera ocasión en la cual la incursión aérea de la Aviación de Venezuela en
territorio del Norte de Santander (Colombia) se produce en pleno combate, en
apoyo de las FARC y en contra no solamente de las fuerzas del Bloque Norte AUC,
sino principalmente en contra de caseríos y propiedades rurales de población civil,
totalmente ajenos a los enfrentamientos armados entre FARC y AUC.
5)
Como ya ha informado abundantemente la prensa venezolana, en los últimos días,
los campamentos de las FARC en territorio venezolano se hallan en sitios
perfectamente identificados como son la Vaquera en el municipio de Jesús María
Cemprún, del Estado del Zulia, Casigua, en el Estado del Zulia, y San Joaquín,
municipio de Uribante, Estado de Barinas, localización que ciertamente no es
ajena a las Fuerzas Armadas Venezolanas, la cual se halla en estas zonas en
estrecha connivencia con las cúpulas narcoguerrilleras de las FARC, por lo cual
no resulta extraño que personajes tan nefastos como ‘Raúl Reyes’, ‘Mono Jojoy’,
‘Simón Trinidad’ y ‘Rubén Zamora’ anden por esos estados venezolanos como Pedro
por su casa, vERGonzosamente escoltados por la Guardia Nacional Venezolana.
6)
Hechos como los aquí denunciados se han visto incrementados considerablemente a
partir de la Declaración por la Paz de Colombia del 29 de noviembre pasado,
cuando las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) declaramos un cese unilateral
del fuego como manifestación pública de nuestra voluntad de iniciar diálogos
con el Gobierno de Colombia que conduzcan a la Paz que tanto anhela el pueblo
colombiano.
7)
La obsesión de las FARC por obtener ventaja militar de los propósitos de Paz de
las AUC las ha hecho aumentar sus criminales atentados contra la población
civil y territorio colombianos buscando así escalar la guerra. Casos como el
del Catatumbo revelan hasta qué punto las FARC pretenden contagiar su odio y su
resentimiento criminal entre pueblos hermanos como somos Colombia y Venezuela,
introduciendo su artera ponzoña con el ánimo inconfesable de añadir más
desencuentros y sufrimientos entre los Gobiernos y las poblaciones de aquí y de
allá.
8)
Las AUC no vamos a facilitarle para nada a las FARC la recuperación de los
territorios colombianos del Catatumbo y mucho menos si se vienen lanza en
ristre contra Colombia con el apoyo de sectores de las Fuerzas Armadas de
Venezuela. Esos territorios han sido liberados del yugo guerrillero y se ha
comenzado así a ponerle fin al flagelo de los cultivos ilícitos, primer eslabón
del narcotráfico urdido por las FARC. Una vez más reiteramos al Gobierno
Nacional y a la Comunidad Internacional que en las AUC estamos dispuestos a
colaborar activamente en la erradicación de los cultivos ilícitos arrebatados a
las guerrillas colombianas y que ahora ya traspasan las fronteras de Colombia y
se diseminan en Venezuela, donde han ido las FARC a sembrar el crimen y la
desolación dado que ya se van quedando sin donde incentivar su criminal
industria de secuestros y droga en el Catatumbo colombiano.
9)
El sobrevuelo en territorio colombiano de la Fuerza Aérea Venezolana ha sido
incesante en los últimos meses, y en estos días ha seguido amenazante y
provocador. Esto presagia nuevos combates de las AUC, allí destacadas, contra
las FARC protegidas por apoyo aéreo venezolano. Este comunicado de las
Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) constituye una denuncia de lo sucedido
pero también una advertencia pública acerca de hechos más graves que pudieran
producirse si no existe una rectificación total de este accionar desembozado y
cínicamente criminal de las Fuerza Militares de Venezuela, en su macabra
alianza con las FARC.
10)
El proceso de diálogos de las AUC con el Gobierno nacional avanza, y avanza con
dificultades pero bien orientado, sin prisas pero sin pausas. Todavía es tibio,
y casi inexistente el acercamiento de la Comunidad internacional a la Mesa de
Exploración donde comienza a perfilarse el inicio del camino que ha de llevar a
toda Colombia a la Paz que nos merecemos los colombianos. Sucesos como los del
Catatumbo, tan desafortunados y trágicos para la hermandad colombo–venezolana,
y más en general para la construcción de la verdadera Paz que anhelamos en
todas las latitudes del mundo, esperamos que se constituyan en el punto de
partida de una toma de posiciones a favor de la Paz más contundente y eficaz
por parte de la Comunidad internacional, la cual no dudamos está dispuesta, en
esencia, a concretar su buena voluntad colaborando activamente con la Nación
colombiana, sus instituciones democráticas y sus fuerzas económicas y
productivas en el diseño e implementación de políticas de Paz y de
Reconciliación.
Atentamente,
SALVATORE
MANCUSO
CARLOS
CASTAÑO
Voceros
del proceso AUC
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