Señor
ALTO
COMISIONADO PARA LA PAZ
Doctor
Luis Carlos Restrepo
Los
integrantes del Estado Mayor de las AUC aquí reunidos acordamos desarrollar
durante 2004 un gigantesco esfuerzo conjunto de discusión y análisis, el cual compromete lo mejor de nuestras
energías para buscar el modo de producir avances significativos en el proceso
de negociación entre el Gobierno nacional y las Autodefensas Unidas de Colombia
que -sin debilitar la defensa que el Estado debe garantizar a los ciudadanos y
sin poner en riesgo la política nacional de seguridad democrática- aligeren la
pesada carga que la violencia produce en los colombianos y les provean de un
horizonte de seguridad y democracia más cercano y tangible.
Los
siguientes puntos que a continuación se mencionan a modo
de síntesis hacen claridad sobre los principios rectores mínimos y sobre las
bases fundamentales que orientaremos para el desarrollo de los sucesivos pasos
y la correspondiente Hoja de Ruta de Negociación a construir entre
representantes del Gobierno nacional y de las AUC:
1.
EI Gobierno nacional y las organizaciones de Autodefensa hemos estado
reuniéndonos en distintas Mesas durante el entero año 2003 en pos de celebrar
una negociación para llegar a acuerdos que nos comprometan a todos. Los encuentros y los diálogos de 2003 han
constituido una necesaria y valiosa fase previa de ambientación y preparación, fase enriquecedora que ha cimentado el terreno de
lanegociación propiamente dicha, al cabo de la cual deberán producirse
los acuerdos sustantivos.
2. Los acuerdos a alcanzar serán precisamente eso: acuerdos entre las partes. Por eso la negociación
ha de privilegiar la búsqueda del consenso evitando las Partes la tentación de apelar a la imposici6n, de cualquier naturaleza. Esto
equivale a decir que lIegar a acuerdos será un trabajo todo de construcción
donde cada Parte aportará lo suyo en beneficio de la construcción conjunta: en este caso el acuerdo final que será fruto de la
negociación.
3. La negociación ha de tener como amparo la ley
existente y los acuerdos a los que se lIegue se consolidarán finalmente con la
elaboración de los instrumentos jurídicos
que resulten necesarios validados por las instancias que la Constitución y la
Ley prevén.
4. Los compromisos y acuerdos legales asumidos por
Colombia ante la Comunidad internacional serán necesariamente respetados. Habrá rigurosidad en el cumplimiento de los
acuerdos internacionales. Dentro de este espíritu y esta
práctica que honra los acuerdos internacionales cabe también que el Gobierno
nacional deba promover nuevos consensos con la Comunidad internacional a partir de
los acuerdos que surjan como resultado de la negociación con las Autodefensas. No otra cosa espera la Nación colombiana sino que
se defienda de forma soberana, política, diplomática y legal el derecho de
Colombia a resolver su conflicto armado doloroso y prolongado con medidas
legítimas, excepcionales y proporcionales a su problemática nacional y la
tragedia humanitaria ocasionada a su población.
5.
El proceso de negociación deberá cumplir necesariamente los tres requisitos
siguientes: a) ser satisfactorio para las partes, b) ser creíble, confiable y aceptable para la Comunidad nacional e
internacional, y c) ser útil para el País. La
negociación se lIeva a cabo directamente entre el Gobierno nacional y las
Autodefensas, con la asistencia espiritual de la Iglesia Católica colombiana, y
conscientes de la influencia relevante del contexto nacional e internacional en
sus múltiples expresiones y diferenciados roles de observación, crítica,
facilitación, verificación e interés específico en el desarrollo y resultado de
las negociaciones, por una u otra razón.
6. El propósito de la negociaci6n es producir la
desmovilizaci6n de los grupos de Autodefensa como organizaciones armadas al
margen de la ley, propósito que está indisolublemente
unido para las Autodefensas con dos condiciones irrenunciables y no negociables: a) la de no debilitar ni poner en riesgo, de
ninguna manera, la seguridad ni la economía de las zonas y de las
comunidades protegidas militar y socialmente por las Autodefensas y amenazadas
por las guerrillas, y b) la de permitir al cabo de la
desmovilización la reincorporación de todos los integrantes de las Autodefensas
a la vida civil plena con total ejercicio de sus derechos y deberes ciudadanos.
7.
La concentración de fuerzas propias de las AUC que se origine en el desarrollo
del proceso de negociaci6n debe estar sometida a rigurosos análisis de
factibilidad, conveniencia y ejecución de tal manera que no se
ponga en riesgo uno de los objetivos sustanciales de la negociación, cual es el
de fortalecer las instituciones democráticas, su gobernabilidad y la seguridad
de la vida, los bienes y la economía de las distintas zonas del
territorio nacional.
8. Consideramos necesario puntualizar que todo el
desarrollo de la negociación de paz entre el Gobierno nacional y las AUC debe
tener como marco de referencia insustituible el logro de mejores estándares de
preservación y vigencia plena de los Derechos Humanos,como
contribución indispensable de las AUC al alivio
humanitario del conflicto armado colombiano.
9. Llamamos la atención sobre la imperiosa necesidad
que tiene Colombia de reducir drásticamente su participación en la infame
cadena del narcotráfico, acelerando los pasos para su eliminación definitiva.
Nuestro país y el mundo pueden contar con la mejor voluntad y decisión de las
AUC para colaborar en todas aquellas iniciativas tendientes a acabar con este
flagelo de la humanidad.
10. La naturaleza de Autodefensas ha de prevalecer, por parte del Gobierno, en
el tratamiento hacia las AUC en general, y
hacia los negociadores de las AUC en particular, esto sobre cualquier otra
condición que pretenda atribuírsenos por terceros ajenos a la negociación.
11. Las características propias de la negociación entre
el Gobierno nacional y las AUC obligan a tener siempre en cuenta los tres
niveles de problemas a resolver:
a)
el nivel político, b) el nivel jurídico, y c) el nivel procedimental. Estos
niveles, a su vez, se combinan entre sí y además con
características distintivas que permiten calificarlos adicionalmente como
pertenecientes al tipo sustancial 0 al tipo operativo.
12.
La Mesa Única Nacional de Negociaciones entre Gobierno y Autodefensas
constituye un anhelo muy sentido por parte de las AUC. Las organizaciones de
Autodefensa, por su origen disperso y su propia historia no siempre convergente, no han tenido, bajo la presión de los
enfrentamientos armados contra el enemigo que les es común, mayores ocasiones
de experimentar no solamente la nunca verificada, en los hechos, unidad
organizativa total, sino tan siquiera una más modesta
pero igualmente nunca practicada unidad de acción consensuada. Esta descripción realista de la historia de las
distintas organizaciones de Autodefensa es razón más que suficiente para no
incurrir en apresuramientos indebidos y contraindicados en materia de
unificación organizativa 0 tan siquiera de unidad para afrontar una negociación
conjunta de características e importancia tales como la presente.
13. El Gobierno y las AUC coinciden en que la Mesa
Única Nacional de Negociaciones entre Gobierno y las organizaciones
de Autodefensa ha de constituirse en un elemento facilitador e impulsador de
las negociaciones que permitirá obtener con mayor eficacia los fines
propuestos. Esta valoración positiva que nos merece la iniciativa de dar pasos
firmes en pos de la consecución de la Mesa Única Nacional de Negociaciones
entre Gobierno y Autodefensas no exime, sino más bien compromete a las
partes, a diseñar y trazar con efectividad y precisión los caminos conducentes
que nos acerquen en un tiempo mínimo y prudencial a una Mesa Única
Nacional de Negociaciones entre Gobierno y Autodefensas, que
sirva efectivamente al mejor logro de los propósitos compartidos y que por su
acucioso diseño nos aleje de cualquier atisbo de improvisación y mero
voluntarismo.
14.
Consideramos que, tras más de un año de exploración y acercamientos entre el
Gobierno nacional y las AUC, se han producido hechos concretos e irrefutables
tales como:
a)
la puesta en marcha y perfeccionamiento creciente del cese unilateral de
hostilidades por parte de las AUC;
b)
la sucesión ininterrumpida de verdaderos diálogos entre Gobierno y Autodefensas
a lo largo de 2003;
c)
las declaraciones públicas profusamente recogidas por los medios masivos de
comunicación de los máximos líderes y voceros de las Autodefensas sobre lo
irreversible de este Proceso de Paz;
d)
el progresivo y abundante tratamiento legislativo, político y de opinión
pública acerca del tema de esta negociación;
e)
el inicio de Audiencias públicas lideradas desde el Congreso de la Nación sobre
la negociación del Gobierno nacional y las Autodefensas
15.
Todo lo mencionado anteriormente vuelve prioritario y altamente necesario para
la prosecución de las ulteriores y decisorias fases de la negociación entre el
Gobiemo nacional y las AUC, y la debida presentación nacional e internacional
de las mismas, que el proceso de negociación a desarrollarse ingrese en su
etapa definitiva de estructuración formal en un total acuerdo con la
legislación vigente.
En
consecuencia, deberá procederse a la designación de voceros y
representantes de las Partes con todas las debidas garantías y extensión de
salvoconductos que prevé la Ley, para la necesaria seguridad de los
negociadores y voceros y para el mejor desarrollo y resultados de la misma
negociación.
Las
AUC no nos oponemos a la concentración de nuestras tropas, siempre hemos
deseado que sean el Estado y sus Instituciones quienes velen por la seguridad y
el orden nacional. Nuestro anhelo es que Colombia sea un
verdadero Estado social de derecho.
No
queremos que las regiones queden a merced de las bandas criminales de las
guerrillas y de otros delincuentes que amenazan la paz y el progreso en las
zonas que hemos recuperado para la nación
colombiana. Son varias las condiciones que deben cumplirse para
dar el paso al abandono de las posiciones estratégicas que ocupan las tropas de
Autodefensa en las montanas donde contienen el avance de los grupos
guerrilleros:
1.
El primer paso para avanzar hacia la concentración deberá ser el inicio de una
serie de Foros de Concertación Social en Santa Fe de Ralito con presencia del
Gobierno, donde puedan asistir representantes de las fuerzas vivas de los
respectivos departamentos y municipios con presencia de las Autodefensas. Igualmente serán invitados los dirigentes
campesinos y personas simpatizantes 0 no de nuestra Causa e incluso los mismos
afectados. La intención de todo esto es buscar un compromiso
directo del Estado con las garantías para los habitantes de estas regiones, y así poder avanzar las AUC hacia el desplazamiento
de fuerzas y su agrupación en sitios que acordaremos con el Gobierno nacional.
2.
Las concentraciones se harán de manera gradual y sucesiva en la misma medida en
que el Gobierno reemplace con tropas institucionales la seguridad en las
respectivas regiones y haya confianza en el Estado por parte de sus habitantes.
3. La presencia social del Estado igualmente deberá
ser satisfactoria para los habitantes de estas regiones.
4. Los salvoconductos que suspenden las ordenes de
captura de los Miembros Negociadores son indispensables desde ya para proceder
en la parte operativa que permita el desplazamiento hacia y dentro de las áreas
donde se encuentran las tropas a concentrar.Igualmente
el Gobierno brindará las garantías y condiciones que faculten a nuestros
representantes internacionales que les permita la presentación y difusión
pública del proceso con las AUC.
5. Desde el inicio de este proceso asumimos nuestra
plena decisión de avanzar en el hasta la desmovilización total, aceptando mutuamente con el Gobierno nacional que
su culminación no sería para conducirnos a prisión. Así
mantenemos nuestra convicción. No estaríamos hablando de justicia
sino de venganza y escarnio público, si la intención fuera el castigo para
quienes le aportan a la paz.
6. Paralelo al tiempo de las concentraciones se creará
en Santa Fe de Ralito una mesa de consolidación de los acuerdos políticos que
permitan pactar las
condiciones para avanzar hacia la desmovilizaci6n. Estos acuerdos deberán
realizarse con los representantes del Congreso responsables de debatir la
aprobación de las respectivas leyes, de la fuerzas vivas de la nación, la
Iglesia, las ONG de derechos humanos, las víctimas de la violencia,
sindicalistas, la gente colombiana, y los representantes de la comunidad
internacional.Estos acuerdos se lIevarán a leyes que ofrezcan
garantías jurídicas a los reinsertados.
7.
Se establecerán acuerdos de alcance nacional e internacional con el Estado
colombiano, entre ellos, su compromiso de no autorizar la
extradición
de los miembros de las Autodefensas que cumplan lo pactado. La comunidad internacional deberá ser consecuente
con la paz de
Colombia,
y los reinsertados de las AUC asumen su compromiso irrenunciable de respeto a
la Constituci6n y las leyes colombianas, de tal
manera
que se nos permita el retorno a la sociedad con los plenos derechos de
ciudadano corriente.
8.
Los acuerdos cobijarán a todos los miembros de las AUC que iniciaron este
Proceso de Paz con el Gobierno nacional.
Carlos
Castaño
Vicente
Castaño
Salvatore
Mancuso
Jorge
Cuarenta
Diego
Vecino
Adolfo
Paz
Hernán
Hernández
Ramiro
Vanoy
Luis
Eduardo Cifuentes
Francisco
Tabares
Miguel
Arroyave
Jorge
Pirata
Autodefensas
Unidas de Colombia-AUC
Estado
Mayor
Santa
Fe de Ralito
5
de marzo de 2004
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