viernes, 29 de noviembre de 2002

Declaración por la Paz de Colombia



Señores:
Doctor
ÁLVARO URIBE VÉLEZ
Presidente de la República de Colombia

Cardenal
PEDRO RUBIANO SÁENZ
Presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana

Doctor
LUIS CARLOS RESTREPO
Alto Comisionado de Paz

Las Autodefensas Unidas de Colombia no podemos permanecer ajenas al reiterado llamado al diálogo y a la reconciliación que el Gobierno nacional, por múltiples medios, nos ha hecho. Nos ha pedido, como muestra de nuestra voluntad de paz, que hagamos un cese de hostilidades y que facilitemos los caminos para que el Estado colombiano se haga cargo de brindar protección y seguridad a todos los ciudadanos de las diferentes poblaciones y comunidades liberadas por nosotros del flagelo subversivo, y donde nos ha correspondido, hasta el presente, ejercer como autoridades de facto por la ausencia protectora de las fuerzas institucionales.

Es dentro de este espíritu patriótico y civilista, y como una explícita demostración de nuestra voluntad permanente por alcanzar la paz del País, que las Autodefensas Unidas de Colombia hemos tomado la decisión histórica de declarar un cese unilateral de hostilidades, con alcance nacional, sin que esto signifique la renuncia a nuestros principios ni a nuestros ideales.

Manifestamos, asimismo, la imperiosa necesidad de que el Gobierno nacional provea, a las poblaciones que han sido liberadas por las Autodefensas de la agresión e intimidación subversiva -y que a partir de esta declaración empezaremos a entregar al Estado-, de todas las seguridades en cuanto a la defensa de las comunidades, sus vidas, sus libertades y sus propiedades. Nadie comprendería ni perdonaría que en aras de abrir caminos a la construcción de la Paz, se abrieran grandes espacios por los cuales pudieran filtrarse los enemigos de la convivencia pacífica, guerrilleros y terroristas, que insisten en declararse hostiles a todo entendimiento democrático y civilizado.

Sobre lo que declara el politólogo Fernando Giraldo a la AFP y que consigna El Heraldo, de Barranquilla, en su edición del 26 de noviembre acerca de que las posibilidades de éxito son todas pero con la mitad de las Autodefensas, las que controlan Castaño y Mancuso, debemos manifestar nuestro desacuerdo frente a tales afirmaciones. Ante un hecho tan trascendental como el que estamos afrontando es natural que se presenten discrepancias en nuestra Organización, no sustantivas pero sí de procedimiento y operativas, teniendo en cuenta que, por una parte, el carácter confederado de las Autodefensas colombianas permite a cada una de sus fuerzas integrantes el ejercicio de su plena autonomía y libertad de decisión y movimientos y que, por otra parte, le estamos apostando a un proceso de construcción de Paz en un momento en el que no ha cesado el accionar nefasto de la subversión armada.

Frente a lo que han manifestado en estos días algunos articulistas y politólogos, como es el caso de Fernando Giraldo, respecto del fraccionamiento de nuestra Organización que nos impediría llegar en forma unificada a la conclusión de un proceso de negociación con el Gobierno, consideramos necesario establecer una serie de precisiones que aclaren lo que para algunos aparece como un panorama oscuro e incierto.

La presente Declaración por la Paz de Colombia fue consensuada por el grueso de la Organización, lo que se evidencia en los nombres de los respectivos comandantes que figuran al pie de este documento. En cuanto a aquellos cuyas firmas no aparecen, queremos dejar sentado que también ellos comparten el espíritu de paz que anima esta declaración lo cual asegura su participación activa en este proceso, desde un punto de partida diferenciado pero con un propósito firme e indubitable de convergencia. Así nos lo han hecho saber y así estamos convencidos de que será finalmente. En cuanto a estos últimos, los casos son distintos y ameritan la respectiva aclaración:

El Bloque Central Bolívar, que agrupa en sus filas a los Bloques Putumayo, Vencedores de Arauca y Libertadores del Sur, ha venido adelantando, en forma paralela con el nuestro, su propio proceso de acercamiento al Gobierno nacional y también se propone declarar un cese de hostilidades en los primeros días de diciembre. Destacamos nuestra solidaridad con sus comandantes Julián Bolívar, Ernesto Báez y Javier Montañés y sabemos de su voluntad de confluir, apenas ello sea posible, en el tronco común de una misma negociación de Paz.

Hacemos un llamado fraternal a las Autodefensas del Casanare, en cabeza de su comandante Martín Llanos, para que se sumen cuanto antes al voto de confianza que las Autodefensas Unidas de Colombia hemos depositado en el Gobierno nacional y en su voluntad de construir caminos de paz, sin debilitar por ello a las comunidades que gozan hoy de nuestra protección y seguridad. Comprendemos sus dudas y prevenciones, y valoramos enormemente el esfuerzo que están haciendo para integrarse al mismo proceso al que nosotros estamos dando inicio.
Un caso bien especial lo constituye el Bloque Metro de las ACCU, cuyo comandante Rodrigo es un hombre totalmente comprometido con los más puros ideales de las Autodefensas. También él, en uso de su legítimo derecho y de su autonomía, ha preferido no sumarse a este proceso desde sus inicios, en espera de que se den las condiciones que él considera adecuadas para entrar a formar parte de la negociación.

A continuación damos a conocer al Gobierno nacional y a la Opinión pública nacional e internacional algunos puntos de interés que forman parte de esta Declaración de Paz:

Las Autodefensas Unidas de Colombia declaramos, a partir del 1 de diciembre de 2002, un cese total de hostilidades -no una tregua navideña- confiando en la reciprocidad del Estado hacia nuestras tropas, demás integrantes y simpatizantes.

Manifestamos nuestra disposición para que los diálogos entre las Autodefensas y el Gobierno nacional se inicien de inmediato y tengan el acompañamiento y la veeduría de la Iglesia Católica, cuyo liderazgo espiritual en el orden nacional e internacional la convierte en un testigo de excepcional validez. También resulta de sumo interés invocar adicionalmente la participación decisiva de la Organización de Estados Americanos, de la Organizaci?n de Naciones Unidas, de las expresiones de fe religiosa que confluyen en el Movimiento Nacional e Internacional de Iglesias Cristianas y, en general, de los Gobiernos y demás integrantes de la Comunidad Internacional, para mostrar a Colombia y al mundo el cumplimiento de nuestro compromiso inequívoco por alcanzar la Paz.

Consideramos conveniente que el Gobierno reafirme, en todos los ámbitos a su alcance, la condición del Movimiento Nacional de Autodefensas como actor del conflicto armado y político colombiano.

Si durante este cese de hostilidades, en algún momento la guerrilla vulnera los territorios en los que hasta la fecha hemos mantenido el control y nuestra acción armada haremos uso del derecho de legítima defensa.

Un especial énfasis está puesto por las Autodefensas Unidas de Colombia en propiciar, a través de múltiples foros y debates, representativos e interdisciplinarios, la participación creativa y permanente de la sociedad civil en el estudio y expresión públicos de los caminos de Reconciliación y de construcción de Paz, y de vínculos nuevos entre Comunidades y Estado, en los distintos niveles y en las diferentes regiones. Invitamos muy especialmente a la Academia colombiana y a la internacional a sumarse a estas iniciativas.

Ha llegado el momento en el cual el Estado colombiano demuestre su capacidad y voluntad políticas para asumir de inmediato, sin dilaciones burocráticas y contando con nuestra participación cívica y democrática, la defensa y protección de las poblaciones y de los territorios, de la infraestructura productiva y de la inversión nacional y extranjera, que hemos defendido durante tantos años las Autodefensas Unidas de Colombia.

La viabilidad en el tiempo de este cese de hostilidades hace necesario e inevitable que, a lo largo del proceso de negociaciones, el Gobierno disponga de los mecanismos financieros pertinentes que garanticen el sostenimiento económico de nuestras tropas en todo el territorio nacional. Mientras se desarrollen las negociaciones las Autodefensas no renunciaremos a nuestro derecho de recibir donaciones, más necesarias que nunca a partir de este momento.

Queremos invitar al doctor Manuel Manrique Castro, representante de UNICEF para Colombia, a participar activamente de este acontecimiento de grandes repercusiones recibiendo, en lo inmediato, a los combatientes menores de edad que, habiendo sido liberados de su pertenencia a las fuerzas guerrilleras por las Autodefensas, todavía permanecen en nuestras filas. De aquí en adelante, aspiramos a proseguir con UNICEF en el gran esfuerzo compartido de mejorar la calidad de vida de los niños y las niñas de Colombia.

En este cese de hostilidades, y siempre que el Gobierno haya restablecido la institucionalidad en las regiones donde hemos reemplazado al Estado y actuado las Autodefensas como autoridades de facto, queremos contribuir con el retorno de las poblaciones que debieron desplazarse a raíz del conflicto armado, para lo cual invocamos la participación de ACNUR, cuyo conocimiento sobre la materia resulta imprescindible.

La sustitución de cultivos ilícitos, dentro de un proceso de renovación económica regional, que conduzca al desarrollo sostenible, necesariamente debe contar con el apoyo y acompañamiento de la comunidad internacional y de los organismos multilaterales de crédito, tanto en la fase de producción como en las de financiación y comercialización.

Para favorecer el desarrollo de los diálogos con el Gobierno nacional, solicitamos la suspensión de las acciones legales contra los miembros negociadores de las Autodefensas, con total respeto por la ley vigente o a promulgarse. Somos conscientes de nuestros actos, los que son considerados por algunos como hechos delincuenciales e, incluso, por otros como actos terroristas, así como son muchos también los que reconocen que las nuestras han sido acciones realizadas como suplencia del Estado ausente frente a sus obligaciones, en una lucha que siempre ha tenido como horizonte una Patria mejor, y siempre también a favor de una Colombia en orden y en paz. Analizados de manera objetiva y con la necesaria perspectiva histórica no caben dudas de que todos nuestros actos han sido acciones de tipo político.

No podemos olvidar, y mucho menos en esta ocasión, a los integrantes de las Autodefensas Unidas de Colombia que permanecen encarcelados a disposición de la Justicia colombiana, por su militancia antisubversiva en las filas de las Autodefensas. Un elemental sentido de solidaridad con nuestros hermanos de Causa nos impulsa a solicitar, en consonancia con la figura del Acuerdo Humanitario, se consideren los medios pertinentes para proceder a la excarcelación de los mismos, siendo que el logro de su libertad estará siempre dentro de nuestros propósitos irrenunciables.

El camino que se abre ante nuestra mirada es un camino largo y vasto, y lo sabemos lleno de asechanzas y dificultades. Sin embargo, la Paz y la Reconciliación de los colombianos nos exigen, en conciencia, a las Autodefensas Unidas de Colombia este paso trascendental que estamos dando como demostración inequívoca acerca de que las Autodefensas sí queremos ser parte de la solución del conflicto armado y político que nos agobia. Esperamos que tamaña confianza sea correspondida por la voluntad y el honor del Gobierno nacional, en aras de construir entre todos los colombianos el País en el que quepamos todos.

¡Que Dios nos ilumine a los colombianos y a los buenos amigos de la Paz que Colombia se ha ganado en el mundo!

¡Por una Colombia digna, justa y en paz!

DIRECCIÓN POLÍTICA Y MILITAR - AUC
Comandante Carlos Castaño
Comandante Salvatore Mancuso
Comandante José Vicente Castaño
Comandante Ramón Isaza

AUTODEFENSAS CAMPESINAS DE CÓRDOBA Y URABÁ - ACCU
Comandantes
Bloque Norte: Salvatore Mancuso
Jorge Cuarenta
Diego Vecino
Camilo
Bloque Élmer Cárdenas: Alfredo Alemán
Hermógenes Maza
Bloque Calima: Hernando Hernández
Andrés
Bloque Mineros: Ramiro Vanoy
Luis Ocampo
Bloque Bananero: Pedro Ponte
Bloque Pacífico: Adolfo Paz
Bloque Tolima: Daniel Roa
Martín Emilio
Bloque Centauros del Llano: Pirata
Jaime
Bloque Nutibara: Orión
Bloque Suroeste Antioqueño: René
Bloque Occidente Antioqueño: Memín
Bloque Guaviare: Miguel Paisano
Carlos Mario

AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL MAGDALENA MEDIO ANTIOQUEÑO -ACMMA
Comandante Ramón Isaza
Comandante Maguiver

AUTODEFENSAS CAMPESINAS DE PUERTO BOYACÁ - ACMM
Comandante Víctor Triana Botalón
Comandante César

AUTODEFENSAS CAMPESINAS DE CUNDINAMARCA
Comandante Luis Eduardo Cifuentes Águila
Comandante Esteban Triana

AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR - ACSUC

Comandante Francisco Tabares